Cuando Metallica anunció su primera producción fílmica, el
mundo se puso de cabeza y movió cielo, mar y tierra para poder verla. Entonces
publicaron que llegaría a México y el póster se convirtió en ajonjolí de todos
muros de Facebook y los fans empedernidos, los curiosos y los morbosos
estuvieron a nada de acampar afuera de los cines donde se iba a proyectar el
dichoso filme para alcanzar entradas; ah, porque aparte de todo, llegó
únicamente a cines selectos con pantallas IMAX y sólo por tres días: 4, 5 y 6
de octubre.
Through the Never es el título de la dichosa entrega que se
ha convertido en todo un tema de sobremesa. El público esperaba ansioso la primera
función, los cines no se daban abasto y la “gente bien” que los concurre y toma
café en los restaurantes aledaños, veían con admiración y sorpresa a aquellos
entes vestidos de negro y con playeras de Metallica. Parecía ser el evento del año.
Con lentes –que más bien parecen goggles- en mano, las salas
se llenaron y el ambiente era de expectativa. Pero lo que vivieron fue más bien
una desilusión total. Lo que Metallica presentó en pantalla fue una vil excusa para que la gente los viera en vivo con la gira del arsenal completo
que pudimos ver el año pasado; excepto que con calidad IMAX y ultra HD con sonido Dolby nosequé.
De la película, la
parte donde se supone que tendría lugar la ficción, no vale la pena hablar
porque definitivamente es una pseudohistoria con pies y sin cabeza. Es decir, que durante los
primeros minutos se traduce en una promesa de que tus $117.00 habrían valido la
pena; pero cuando se vuelven a prender las luces sólo cabe la insatisfacción, la decepción y
una general expresión de guat?, o más bien de guatdafoc?
En resumen, el concierto se ve excelente -incluso se ven las hojas pegadas a los monitores en las que James lee las líricas de sus propias canciones-; pero lo que nos
vendieron no fue un LIVE in Canada, sino una película con libreto, personajes,
efectos y mil cosas más, lo cual se quedó a medias, mal estructurado y
dirigido. Y es que Nimród Antal no es el mejor director; a decir verdad no se
entiende por qué lo escogieron a él habiendo mil más que pudieron haberlo hecho
mejor.
Una vez más, Metallica se perfila con la reputación de los
políticos que dominan el mundo; deja a su público con mucho que desear y sigue
prometiendo sin cumplir. Lo peor es que después del exitazo que representó Through the never en taquillas, la dupla Hetfield-Ulrich se dio el lujo de anunciar que van a sacar
nuevo material. Eso ya es cinismo, ¿no?
Dato curioso: Antes de interpretar al roadie de Metallica,
Dane DeHaan participó en The place beyond the pines junto a Ryan Gosling, quien
interpretó a su padre, un criminal que irónicamente era muy fan del cuarteto de San Francisco.
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